San Pedro Mártir de Verona, patrón de Genalguacil, tu vida fue un ejemplo de fe, un testimonio de amor hacia Dios. Naciste en la noble Italia, en el siglo XIII, y desde joven sentiste la llamada divina en tu corazón. Te uniste a los Dominicos, y te consagraste a la predicación, con gran celo y entrega anunciaste el Evangelio de salvación. Tus palabras eran sabias, tus gestos llenos de amor, y muchos se convirtieron al escuchar tu voz. Pero tu fe te llevó a la muerte, a manos de los herejes, que no pudieron soportar tu testimonio de verdad. Y así te convertiste en mártir, en un ejemplo de fidelidad, y tu vida y tu mensaje siguen siendo luz para nuestra humanidad. San Pedro Mártir de Verona, patrón de Genalguacil, sigue guiando nuestros pasos hacia la felicidad. |
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